«La adrenalina es algo adictivo». Entrevista con Xavier De Soultrait.
Hemos aprovechado el Moto Festival Alpes Aventure para hablar con Xavier De Soultrait. Entre risas y confidencias, descubre (o redescubre) a este aventurero fuera de serie.
IPONE: Para los que no te conozcan (hay pocos por aquí, pero aun así), ¿podrías presentarte?
XDS: Me llamo Xavier De Soultrait, tengo 34 años y empecé a pilotar motos joven, primero en Enduro y luego me pasé al Rallye Raid y al Dakar.
IPONE: ¿Qué te llevó a empezar en esto de las motos?
XDS: La moto es una pasión familiar: mi padre, mi madre, todo el mundo en casa va en moto. Empecé con mis hermanos y hermanas cuando tenía unos diez años con una moto pequeña dando vueltas a la casa en pijama, sin casco, sin nada. Poco a poco se fue forjando la pasión.
IPONE: ¿Te acuerdas de tu primera moto?
XDS: Fue la TY de mi padre, una moto de trial. Después compartí una Suzuki RM de 80 cc con mi hermano. Comprábamos coches averiados sin licencia con mi padre y mis hermanos. Los reparábamos y los revendíamos. Pagamos unas cuantas motos así para empezar. ¡Nos las ingeniábamos!
IPONE: ¿Y en la actualidad, con qué moto te mueves?
XDS: Ahora piloto KTM Adventure, motos de trail, para viajar, explorar e ir un poco rápido. (risas)
IPONE: Cuéntanos, ¿qué te aporta ir en moto?
XDS: La emoción, el compartir, el transmitir, todo eso es muy importante para mí. Tuve una carrera en Turquía la semana pasada, a principios de septiembre, y era la hora del recreo para un curso del colegio. Había 5 niños turcos a mi alrededor. Les hice subir a mi moto y veías en sus caras las vibraciones, la emoción que eso les transmitía. Indudablemente, sabían poco de motos y menos de motos grandes de ese tipo, era un sitio realmente perdido en las montañas, y veías en sus caras que aquello podía hacer surgir la pasión.
Y, por supuesto, también está esa emoción de dominar una moto y de ir deprisa, la adrenalina, es algo realmente adictivo.
IPONE: ¿Te apetece contarnos alguna anécdota que te haya ocurrido recientemente?
XDS: Hace poco, en Anatolia, en Turquía, hubo una carrera y tuvimos un descanso entre 2 etapas especiales. Había una casita verdaderamente típica en las montañas y me paré a tomar un té, en casa de la dueña, una turca de 60 años, supersimpática. Dejé mi casco sobre la cocina de la entrada, estábamos a 40 °C fuera, no imaginaba en absoluto que la cocina estuviera encendida, y ella me ve y me dice algo. Yo no la entendía. En realidad, me decía ¡que mi casco se movía! Se estaba derritiendo en la cocina (risas). Y eso es lo estupendo también del Rallye, no el hacer que se derrita un casco (risas), sino que siempre pasan cosas increíbles, encuentros, situaciones.
Nos encontramos con gente de las FARC en Bolivia; con un tanque que apuntaba hacia nosotros en Marruecos una vez. Un día, en Rusia, había un lugar con osos donde no era muy aconsejable deambular. Pues yo tuve una avería justo en aquel momento (risas). En fin, he vivido grandes momentos gracias a las motos.
IPONE: ¿Eres más bien solitario o te gusta conducir en grupo?
XDS: Prefiero rodar solo y me gusta más estar solo, a todas horas (risas).
Soy bastante solitario y eso es lo que me gusta también de la moto, que no hay que hablar. No tienes interacciones. Hay una especie de autismo. Cuando voy a entrenar suelo estar solo. Si hay un lugar donde se pueden hacer unos buenos caballitos, no hay ni un fotógrafo, no hay nadie, evidentemente los hago porque me encanta, no es solo por el espectáculo.
IPONE: El Dakar, ¿se acabó para ti?
XDS: Llevo casi 10 años corriendo el Dakar. Hace 2 años, estaba luchando por la victoria. Estábamos cuatro al final intentando ganar y en los 3 últimos días puse realmente toda la carne en el asador, all in, para intentar ir por delante. Lo que me interesaba era ganar, no acabar segundo o tercero, así que asumí todos los riesgos y me rompí la columna vertebral. Eso tuvo graves consecuencias.
Tengo 34 años, he tenido una segunda hija y he vuelto a correr un Dakar este año en enero. En realidad, ya no puedo ir muy muy muy rápido, me las apaño para ir superrápido, pero no muy muy muy rápido, así que en vez de luchar por ir en cabeza, peleo más bien por el 10°-15° puesto. Eso me interesa menos, así que voy a seguir corriendo carreras con mi moto, pero sin acudir al Dakar.
IPONE: ¿Les transmites tu pasión a tus hijas?
XDS: Sí, tengo dos hijas. Las llevo en moto a la guardería todas las mañanas, una en un portabebés y la otra de pie en los reposapiés, así que es divertido. La pequeña aún no tiene un año. Va en el portabebés y ya intenta agarrar el manillar para acelerar. La semana pasada le acerqué la manita al manillar para ver qué pasaba y va y acelera. Ven lo que tú haces y eso es a menudo lo que me ocurre (risas).