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Tom Pagès y los secretos de su famosa moto «paracaídas»

¿Te acuerdas del día en que Tom Pagès realizó un salto espectacular lanzándose al vacío a los mandos de su moto FMX con la ayuda de un paracaídas? ¡Nos dejó sin aliento! Nos reunimos con él en su casa y nos habló de las modificaciones realizadas a su moto con cierta emoción.

EL SALTO EN UNAS CUANTAS CIFRAS

  • 80 km/h en 4ª marcha.
  • Una rampa de 10 m de altura y 76 m de longitud.
  • Un salto a 55 m del precipicio.
  • Una doble voltereta frontal en el aire.
  • Una caída libre a 150 km/h.
  • 30 segundos de salto.
  • 170 m de altura.
  • 2 años de formación.

Una auténtica proeza técnica que esconde años de preparación y la modificación y el diseño de una moto única.

LAS MODIFICACIONES EN LA MOTO FMX

¿Qué modificaciones se le han hecho a tu moto para realizar este salto?

La moto que utilicé para este proyecto de salto base es mi moto de freestyle. Fue equipada con unas suspensiones más firmes para absorber mejor los impactantes aterrizajes, un amortiguador de dirección para permitir rotaciones más estables sin manos y un agarre para mantener las botas pegadas a la moto. La peculiaridad para el proyecto de salto base es el disyuntor que añadimos. Situado habitualmente en el manillar, para la realización de este salto se colocó cerca del depósito y conectado al asiento de la moto. El salto de 170 metros de altura supuso la instalación de un paracaídas para la moto, que se desliza en el asiento.

¿Cómo se abrió el paracaídas de la moto?

Después de completar mis giros, primero tiré del paracaídas que tenía colocado en mi espalda. Cuando se abrió el paracaídas, me sacó de la moto con fuerza y ya solo tuve que agarrar el asa situada en el asiento de la moto. Este asa va conectada al disyuntor, así que el motor de la moto se paró y se abrió el paracaídas colocado bajo el asiento. Por lo tanto, la moto salió sana y salva gracias a este sistema.

UN PARACAÍDAS EXCEPCIONAL PARA UN SALTO EXCEPCIONAL

¿Cómo se diseñó y se desarrolló este paracaídas?

Con la ayuda de Loïc Jean-Albert y Fred Fugen, dos Soul Flyers. Son profesionales del paracaidismo. Ellos me presentaron a Stéphane Zu, que desarrolló todo este sistema.

¿Qué tipo de paracaídas utilizaste en este salto?

El paracaídas utilizado para la moto es de caída vertical, lo que permite saber con precisión el lugar donde caerá la moto. El tiempo de caída es muy lento, lo que contribuye a limitar el impacto contra el suelo y no dañar la moto. Gracias a este paracaídas, pude utilizar la misma moto para los tres saltos que realicé. Después de esta locura de proyecto, la moto ya está expuesta en mi museo personal. (risas)

¿Es la primera vez que se utiliza este sistema?

No creo que esta sea la primera vez. Un freestyler americano usa el mismo tipo de paracaídas en su moto, pero la instalación puede que no sea idéntica. La instalación en mi moto permite volver a ponerse en marcha inmediatamente después del despliegue. El paracaídas se desliza en el asiento y no me supone una molestia para volver a la carretera.

¿Por qué no elegisteis un sistema que se abriera solo? ¿No es una dificultad añadida abrirlo manualmente?

Existía la opción de tener una apertura automática, conectada directamente a mí y al paracaídas de la moto. Así, cuando yo accionara mi paracaídas y la moto cayese, eso también provocaría que se abriera el paracaídas de la moto. No se optó por esta solución ya que suponía un riesgo adicional. El peligro era que me quedara enganchado a la moto durante las rotaciones. No estaba a salvo de no llegar quizá a una rotación, y en ese preciso momento hay que desembarazarse lo más rápido posible de la moto. Tenía que pensar en agarrar el asa en el instante perfecto en que yo volviera a estar recto. Era mucho estrés para mí, ya que nunca había practicado esta maniobra.

UNA AVENTURA Y UNA EXPERIENCIA EXCEPCIONAL

¿Te trae buenos recuerdos esta moto?

Sí, muy buenos recuerdos, y también un poco de estrés, pero fue todo diversión. La formación, que duró 2 años, fue genial. Ha sido una experiencia excepcional, una auténtica aventura. Tuvimos que preparar la moto, encontrar profesionales para desarrollar este sistema de paracaídas en el asiento y encontrar el lugar donde efectuar el salto. Agradezco muchísimo a Avoriaz haber puesto a mi disposición las llaves de la ciudad y a los colaboradores que me han permitido realizar este hermoso proyecto.

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